El sistema político ateniense de la época de Pericles

Antes de empezar a describir sobre la democracia durante el gobierno de Pericles, de debe tener en cuenta que este sistema de gobierno fue consecuencia de una serie de reformas que se dieron en la época de Solon y Clístenes, estas reformas sentaron las bases para la consolidación de la democracia en época de Pericles.
Pericles provenía de una familia noble, la cual su padre estuvo involucrado en la guerra con los persas. Logró llegar a ser el máximo estratega, convenciendo a todos con su oratoria inteligente. Estuvo en el gobierno casi treinta años y se conoce a esta época como la edad de oro.
Pericles estableció una remuneración que para los ciudadanos más pobres pudieran participar de la política sin perder su dinero. Esto significa, al tener que participar de la vida política de manera obligatoria todos los ciudadanos pobres debían descuidar su supervivencia y no podían continuar con su participación política. Entonces, por sugerencia de Damón , Pericles tomó una de las medidas más representativas de su gobierno, “el pago de una indemnización por parte del Estado a todo ciudadano que participara en la vida política” (Domínguez Monedero, 1999, 166). Esta reforma en el sistema de gobierno, significa una evidente influencia del prestigio que estaban tomando dichas clases sociales. Sin embargo, Pericles implementó una ley de carácter restrictivo para ser ciudadano ateniense. No todos los que vivían en Atenas eran considerados ciudadanos, esta nueva ley estableció que serían considerados ciudadanos aquellos hijos legítimos nacidos de madre y padre ateniense de matrimonio legal. “Las limitaciones respondían a una opinión mayoritaria del cuerpo cívico, precisamente ahora que se extendían la participación política y los beneficios materiales, que deseaba reservar el exclusivismo político y los privilegios económicos a los ciudadanos” (ibídem, 167). Cabe agregar que, según Cánfora, esta jugada en pos de la participación de los thetes en la vida política, podría tratarse de un acto demagogo, porque “pasó a declarar subvenciones en dinero a cargo de las arcas del Estado” (Cánfora en Vernant, 1993,152/153), ya que usaba la caja federal sin ningún tapujo para su uso personal y para políticas publicas. 
La paga del salario no solamente era para los thetes, sino que también se beneficiaban de esta indemnización los jueces, miembros de la asamblea, y también los buleutas. Según sostiene Domínguez Monedero, el pago se extendió luego de la guerra del Peloponeso, a las fuerzas militares y se les otorgaba una retribución para las familias que habían perdido a su pariente en la guerra. 
Otra característica que define la democracia periclea, se debe a la ampliación de la ciudadanía, es decir, más personas con derechos políticos. Si bien Clistenes introdujo la isonomía , “profundizó en el proceso democratizador, amplió el número y la participación del cuerpo cívico en la toma de decisiones y quebró en lo posible la influencia y representación de la aristocracia” (Domínguez Monedero, 31), no logró establecer una democracia plena. Sin embargo, Pericles refuerza en uno de sus discursos, “la igualdad legal, (…) de todos los ciudadanos adultos masculinos independientes de su origen familiar y social y su riqueza” (ibídem, 167). Por un lado, la isonomía representa el derecho político y civil que van a adquirir todos los hombres, en tanto y en cuanto este dentro del marco de la ley. Y por otro lado, a la vez que los ciudadanos adquieren derechos, también adquieren obligaciones, es decir que debían participar de la vida política de la polis. 
Hay que tener en cuenta, que la democracia de esa época no es la misma que conocemos hoy en día. Dentro de la sociedad ateniense encontramos aquellos ciudadanos que accedían a las principales magistraturas, y los otros que no accedían. Para Pericles, “la democracia no es sólo el gobierno del pueblo, sino el gobierno en interés del pueblo, donde los pobres pueden participar en la política y prestar grandes servicios a la ciudad, pero únicamente los ricos acceden a las magistraturas” (ibídem, 170).
Hay que mencionar, que durante el gobierno de Percicles, se edificaron dos grandes construcciones, la Acrópolis y el Partenón . Según afirma Domínguez Monedero, esta ultima construcción “encarnaba en piedra el pensamiento político del pueblo ateniense y de las ideas filosóficas y políticas que Pericles impulsaba” (ibídem, 173). De esta manera además de generar trabajo para los ciudadanos más pobres a través de la obra pública, se fomentaba también la participación social, cultural y religiosa de todos los atenienses. Desde la perspectiva artística, “el teatro se convierte ahora en el vehículo esencial de la educación democrática” (ibídem, 174). ¿Pero por qué? La educación ateniense se reservaba solo para personas de la aristocracia, las clases sociales más pobres lo lograban acceder debido a los altos costos que esta requería. Con el desarrollo de políticas culturales, el teatro y los espectáculos callejeros se convirtieron en entretenimientos públicos, donde se trataban temas, entre otros, políticos. Según Domínguez Monedero, el “teatro y política conformaban así una verdadera educación democrática que proporcionaba una formación única en el terreno intelectual” (ibídem, 175). 
Otra cuestión importante en la democracia de Pericles reside en el hecho del acceso a la participación en la Asamblea. No sólo bastaba tener ciudadanía ateniense para ser miembro de la Asamblea, sino que también se requería tener una edad determinada, ser varón, tener un nivel educativo establecido y presentarse en la fratría. Aunque se trataba de una democracia directa, era poco representativa, ya que no todos los participaban de la asamblea por no cumplir con los requisitos, en este grupo marginado entran mujeres y esclavos, los cuales no son considerados como ciudadanos, estos últimos ni siquiera podían acceder a la ciudadanía anteniense. Con respecto a la función política de esta Asamblea, tenía la decisión en la mayoría de los asuntos más importantes  y “el gobierno era ejercido por el pueblo en el sentido literal de la palabra, por el voto de todos ciudadanos en la asamblea” (ibídem, 181). En cuanto a los tribunales populares, la designación del cargo para ser jueces era por sorteo, al igual que la mayoría de los cargos políticos públicos. El sistema de sorteo, significó una gran apertura para la participación de todos los ciudadanos en la vida política. 
“Por último, la democracia adoptó una serie de mecanismos legales que servían para cortar toda tendencia tiránica u oligárquica y que tenían como finalidad preservar el sistema democrático y el poder en manos del pueblo” (ibídem, 183).


Bibliografía
Domínguez Monedero, A. J. y Pascual González, J. (1999). Esparta y Atenas en el siglo V a. C. Síntesis, Madrid, Cap. 6.
Cánfora, L. (1993). “El ciudadano”. En Vernant, P. (ed.). El hombre griego. Alianza, Madrid, pp. 139-176

Comentarios

Entradas populares de este blog

Enfoque del liberador

La reforma de Fresco, gobernador de Buenos Aires

Sarmiento y Alberdi - Proyecto de educación