Discapacidad


     En las imágenes seleccionadas encontramos situaciones cotidianas que las personas con discapacidad en algún momento de su vida vivieron o viven a la hora de interactuar con la sociedad en su conjunto. Vemos claramente como en cada una de ellas se ve una ayuda inapropiada, con actitudes que son vulnerables a su dignidad, ya sea por miedo o ignorancia de presuponer que son débiles o por una suerte de caridad o beneficencia a la hora de ayudar a aquellas personas que no responde a un ideal de “normalidad” construida socialmente. 


        En esta imagen podemos ver a niños jugando, disfrutando de su rato de ocio sin preocupación alguna. Al leer el epígrafe de la viñeta, nos encontramos con una pregunta la cual nos lleva a pensar, a analizar la imagen para encontrar la “anormalidad” o deficiencia del niño. Dos paradigmas pueden observarse, en una primera impresión el lector busca la carencia o el niño diferente cuando Tonucci nos introduce la pregunta ¿Cuál es el niño sordo? Desde este punto, se hace presente el paradigma rehabilitador el cual centra el problema en el individuo, en sus deficiencias y dificultades. Según aboga el artículo 8 de la Convención de los Derechos de las Personas con Discapacidad, es importante la Toma de Conciencia para sensibilizar a la sociedad, incluso a nivel familiar, para que tome mayor conciencia respecto de las personas con discapacidad. Luchas contra los estereotipos, prejuicios y las prácticas nocivas respecto de las personas con discapacidad (Convención de los Derechos de las Personas con Discapacidad. Articulo 8). 

Asimismo, puede observarse desde la mirada de los chicos según la imagen, puede verse que no hacen distinción alguna entre un niño y otro. Nadie señala la carencia, falta o discapacidad de nadie. Es aquí donde se hace presente el paradigma de autonomía personal, el cual encuentra las barreras en la sociedad y el entorno y no en la persona con discapacidad. Las barreras, construidas por todos, atentan contra la autonomía e igualdad de las personas. Por ello, implementar formatos accesibles y eliminar las barreras es la forma de promover igualdad y de erradicar la exclusión de grupos minoritarios . En este punto, desde una mirada crítica, es donde nos situamos, en comprender que las personas con discapacidad no son diferentes o especiales, sino que todos lo somos, dentro de la diversidad que existe en el mundo, no se deben considerar a las personas como limitadas para realizar ciertas actividades, porque de lo contrario estaríamos reproduciendo el modelo hegemónico excluyente. Este modelo propone la inclusión social, donde las barreras de la exclusión son impuestas por el contexto, y “se espera lo máximo de cada unx, y se le dan todos los medios y apoyos para que transiten sus caminos” (Documentos temáticos INADI: Discapacidad y No Discriminación / Pedro Mouratian; dirigido por Julia Contreras. - 1a ed. - Buenos Aires: Inst. Nac. contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo - INADI, 2012) . En síntesis, las personas no son quienes poseen la discapacidad sino que es su entorno quien las impone, al no brindar la oportunidad de igualdades con el otro.


En esta imagen observamos como no se respeta el articulo 30 – Participación en la vida cultural, las actividades recreativas, el esparcimiento y el deporte, (…) no se reconoce el derecho de las personas con discapacidad  a participar, en igualdad de condiciones con las demás, en la vida cultural (Convención de los Derechos de las Personas con Discapacidad. Articulo 30) . 
Se manifiesta el paradigma rehabilitador, el cual pone la discapacidad en el sujeto haciéndolo sentir un problema y explica que las personas deficientes deben ser rehabilitadas para poder ser parte y a su vez útiles en la sociedad. Por esta razón las personas con discapacidad debían ser atendidas en instituciones especiales, diferentes de las utilizadas por el resto de la comunidad. La discapacidad es ‘atendida’ en este modelo por medio de la seguridad social, la medicina y la asistencia. El paradigma rehabilitador que inoportunamente sigue coexistiendo con el denominado modelo social que nace a fines del siglo XX y que fomenta valores tales como dignidad, libertad y autonomía de las personas entre otras; y propone que la causa de la discapacidad no se encuentran en el individuo sino en la interacción con la vida social.

      También podemos relacionarlo con el Artículo 9 de la Convención, sobre accesibilidad. El cual plantea el acceso de las personas con discapacidad al entorno físico, el trasporte, la información y las comunicaciones, incluidos los sistemas y las tecnologías de la información y las comunicaciones, y a otros servicios e instalaciones abiertas al público o de uso público. Estas medidas incluirán la identificación y eliminación de obstáculos y barreras de acceso (Ibidem, art. 9). En el dibujo se ve una integración social al invitar a la persona con discapacidad a ser parte del grupo, y como vimos en la clase 2, las bases del principio de integración deja evidente la necesidad de una aproximación del entorno al sujeto, desplazando del sujeto a su medio el peso central para el proceso de incorporación de la persona con discapacidad. Es decir, que la integración no es suficiente sino que se debe virar hacia la inclusión.

         Hay varias cosas que podemos hacer por la inclusión :
Ofrecer ayuda preguntándole siempre a la persona si quiera o necesita ayuda y de qué modo podemos prestársela. No insistir ni ofendernos si no acepta nuestra ayuda.
Respetar las necesidades individuales.
Ser flexible a realizar ajustes a nuestras propuestas en función de todas las personas.
Verificar que los espacios permitan la participación de todos.
Visibilizar la temática, sin que la discapacidad absorba toda la atención y termine siendo lo que explica a la persona, de la misma forma que ser mujer, hombre, inmigrante, no determina tampoco quién es la persona.
Para guiar a una persona con discapacidad visual, primero se debe llamar su atención sin hacer contacto corporal. Luego, tomar el brazo que no sostiene el bastón y colocarlo sobre nuestro hombro. De esta manera, la persona puede anticipar desniveles y cambios de dirección.
Para comunicarse con una persona con discapacidad auditiva, hablarle de frente y pausado, modulando sin exagerar. No grite. El contacto visual es imprescindible.
Si se dificulta la comprensión en la comunicación, es recomendable apoyarse en elementos visuales o en la escritura.
Asegurar que las instalaciones son accesibles. Evitar escaleras y verificar que las puertas son lo suficientemente anchas para que pasen sillas de ruedas.
Tratar de no poner obstáculos que dificulten el desplazamiento.
Permitir el acceso de Perros Guía o de Asistencia a cualquier espacio, ya sean espacios abiertos, ambientes cerrados o transporte público (Ley 26.858).
Si vamos a hablar con una persona en silla de ruedas es importante ubicarnos a nivel. Tener la vista en alto y el cuello hacia arriba resulta cantador.
Equipar las oficinas de atención al público con señalética que indique recorridos, mostradores, comunicaciones verticales de los edificios y todo aquello que pueda resultar de interés para las personas que asisten a dicha oficina.

        Como resultado del análisis expuesto sobre las imágenes que se explicaron en el desarrollo de la publicación podemos decir que el pasaje al modelo social es un desafío que la sociedad debe tomar para cambiar el paradigma hegemónico que sostiene que las personas con discapacidad deben ‘curarse’ o rehabilitarse para poder ser parte de la sociedad imperante. Según la Convención Internacional sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, sostiene que “la inclusión de principios generales en su Artículo 3° como el respeto de la dignidad inherente, la autonomía individual, la no discriminación, la participación e inclusión plenas y efectivas en la sociedad, el respeto por la diferencia y la aceptación de las personas con discapacidad como parte de la diversidad y la condición humana, la igualdad de oportunidades, la accesibilidad, entre otros, constituye una prueba fehaciente del cambio de paradigma hacia el modelo social de discapacidad.” (INADI, Ley N° 26.378; Art. 3)  Es decir, que las personas no son quienes poseen la discapacidad sino que es su entorno quien las impone, al no brindar la oportunidad de igualdades con el otro. Es imperante que la sociedad y el gobierno hagan respetar sus derechos y ser reconocidos como sujetos de derechos para alcanzar esa igualdad de oportunidades, para una verdadera inclusión social.


Recomiendo ver el video: Discapacidad y Derechos ⇦


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